Renacimiento Espiritual

Siete Reglas de comportamiento

Resumen de Ciencia y Espiritualidad


Este es un resumen de las reglas de comportamiento para alcanzar el Renacimiento Espiritual. Estas reglas, muy útiles en la actualidad, fueron dadas por el Mismo Señor Jesucristo a través de su siervo Jakob Lorber en el año 1840. Quien quiera leer el texto completo de las reglas que haga clic al final de este escrito.

Regla 1:

Obedece toda ley que la autoridad te imponga, ya sea esta buena o sea dura.

Todo poder esta sometido a Dios. Él es Quien pone y sostiene al gobernante bueno o duro. Esto lo hace de acuerdo a la vida que lleve el pueblo.

Los gobernantes duros y avaros son un látigo en la mano de Dios.

Si vives en el Amor de Dios y en Su Gracia nunca recibirás látigo alguno que haga sangrar tu espalda. Más bien el gobernante duro te fortalecerá como un roble expuesto a los fuertes vientos de las tormentas.

Da al César lo que es de él: obediencia sin murmurar. Da a Dios humildad pura y obediencia para que así ya no te preocupes de nada más, porque el Padre estará entre tú y tus hermanos.

Regla 2:

Sé respetuoso con tu iglesia, sé obediente y humilde porque estas dos virtudes son el alimento para el Renacimiento Espiritual.

Regla 3:

Las ceremonias de tu iglesia no te darán bienaventuranza ni te matarán, pero tampoco te darán méritos para la Vida Eterna.

Lo único que te dará méritos para la Vida Eterna es tu corazón contrito y humilde, un corazón en el Amor a Dios y lleno de la Gracia.

Dice Dios: "Si tomas conciencia que sin Mi permiso no sucede nada en este mundo, entonces todo te parecerá inmediatamente diferente".

Regla 4:

No leas escritos ni veas imágenes producidas por hombres orgullosos, porque ellos llenan la cabeza de necedades y el corazón de estiércol.

Lee poco pero ora más. (Orar significa dialogar con Dios y hacer obras de amor al prójimo.) De esta manera el Señor vendrá a ti y te dará, en un minuto, más que todas las bibliotecas del mundo entero.

Regla 5:

No leas la Biblia por curiosidad ni con ánimo de burla. La Biblia se lee con un corazón sencillo y con un ánimo obediente y dispuesto al servicio.

Porque la Biblia es tan sólo un indicador hacia la Palabra Viva. Cuando encuentres la Palabra Viva, entonces tienes que actuar según ella.

No le des vueltas a la Palabra Viva ni la estés investigando sospechosamente, sino vívela en el momento presente y crece en el Amor a Dios, porque en el tiempo oportuno, Dios te dará el secreto de reconocimiento y revelará en tu corazón el sentido del espíritu y de la Vida Eterna.

Fíjate que el siervo Jakob Lorber no ha leído toda la Biblia, sin embargo con la Gracia de Dios, él tiene la capacidad de enseñar como un profesor de profesores. Por eso, si abandonas el deseo de acumular conocimientos humanos, entonces también puedes llegar a ser como el siervo y entender profundamente, igual que él, la Palabra viva.

Busca, por tanto, únicamente el reconocimiento del Amor de Dios y la Gracia que fluye del Amor a través de la sencillez llena de humildad del corazón.

Evita leer libros místicos que no dan frutos y que no sirven, porque ellos sólo recargan la memoria (qué es el hocico del entendimiento soberbio). Porque es mejor dar a la memoria hambre y sed de Amor y de Sabiduría.

Porque si alimentas la memoria con todo tipo de conocimiento le quitas el apetito por el alimento de la vida.

Regla 6:

Hay sacerdotes que sólo lo son por el prestigio y el poder, otros lo son por la casta sacerdotal, de esas que condenan a todo lo que es pobre.

Pero también hay sacerdotes que son dignos de llevar ese título lleno de bendición. Ellos no quieren ser pagados cuando entregan una ofrenda o sacrificio. A ellos escuchales y oye sus predicas. Pues es Dios Mismo Quien pone Su Palabra en sus bocas.

No te tropieces en la iglesia debido a los sacerdotes. Mucho menos en algún obispo que está a la cabeza de algún pueblo. Pues Dios Mismo observa a aquel obispo y cuenta cada uno de sus pasos.

Respecto a la edificación y educación de tu fuero interior, esto depende únicamente de ti y de la Gracia de Dios. No depende de ningún sacerdote, porque la Gracia no la puede dar ningún ángel del cielo, ni ningún obispo, sino solo tú mismo a través del Amor a Dios y al prójimo bajo el cumplimiento amoroso de los mandamientos.

Y en caso que seas un pecador, edificas tu vida interior a través de un arrepentimiento serio y penitencia sincera, que consiste en el esfuerzo para restablecer tu dañada relación con Dios, relación que fue distorsionada a través de los actos pecaminosos que cometiste.

Que en todo lo que hagas brille el Amor de Dios y al prójimo.

Cultiva una comunidad fraternal con tus hermanos en todo lo que es bueno. Si esto sucede entonces Jesús vendrá y vivificará profundamente a todos.

Ama al que te odia y persigue, y bendice a todos aquellos que te maldicen y condenan a través de oraciones.

Si actúas de esta manera entonces empezarás a percibir grandes efectos de la luz de Dios en tu oscuro corazón.

Regla 7:

No te tropieces con las confesiones ante el sacerdote, ni ante los siete sacramentos de la iglesia. Utiliza todos estos procesos de la iglesia en forma correcta y con un sentido vivificador y verdadero. ¡Si lo haces vivirás!

Piensa que al amante del litigio nada le es aceptable, pero al justo todo le es justo y santo. Incluso el nido de un ave le hará emitir un elogio en su corazón.

Recuerda que todas estas cosas eclesiásticas que han sido establecidas para tu santificación no han sido sacadas de aire. Sino todo depende de cómo los uses.

Si te confiesas y reconoces tus pecados ante el sacerdote, entonces has reconocido tus pecados públicamente en el mundo. Esto te será de ayuda en el futuro, si dejas inmediatamente de seguir pecando.

No digas "hubiera sido mejor si yo hubiera vivido en esa época de Jesús y tenido contacto directo con el Señor", que a muchos no les sirvió de mucho la presencia física de Dios encarnado porque siguieron pecando.

Estas son las 7 reglas dadas por el Señor. Úsalas bien. Ellas son suficiente para alcanzar el Renacimiento Espiritual. Recuerda que no se trata tanto del cumplimiento externo de estas reglas sino más bien de la predisposición y actitud interior ante el sentido de estas reglas.

Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 3, recibido el 15 de agosto de 1840.

Leer reglas completas en el capítulo 7 del libro: El Renacimiento Espiritual